Docente universitario y gestor cultural, Guillermo Siles habló en Mediodías Taficeños sobre el ciclo poético que ya lleva once años en el Centro Cultural Virla.
Palabra viva: la poesía como comunidad
En una charla cargada de memorias universitarias y reflexión crítica, el docente Guillermo Siles fue entrevistado por David Correa en el programa Mediodías Taficeños (Dale FM 104.7). Entre evocaciones de la militancia estudiantil de los años 80 y el contexto político actual, Siles puso en valor el rol de la universidad como formadora de pensamiento crítico y ciudadanía.
“Aprendimos tanto dentro como fuera del aula: a ejercer nuestros derechos, a participar, a discutir en asambleas”, recordó con afecto el docente, quien también se refirió al actual paro universitario y la importancia de sostener la protesta docente aún en tiempos difíciles.
Once años de poesía y comunidad
El motivo central de la entrevista fue el Café Literario y Cultural del Centro Cultural Eugenio Flavio Virla, espacio que Siles coordina desde hace más de una década.
“Este es el año número once. Es el lugar de la palabra, pero sobre todo de la poesía, que siempre es irreverente, insumisa y profundamente política”, sostuvo.
Para Siles, el secreto de la continuidad está en la pasión: “Nada se sostiene sin pasión. La poesía tiene que ver con eso, con las emociones y con el corazón. La gente vuelve porque se siente parte de una comunidad”.
Una nueva edición cargada de talento
El próximo encuentro contará con voces destacadas de la escena literaria tucumana: Eliana Costilla, Diego Puig, Nacho Jurao, Silvina Bach y Susana Noé, entre otros. “Seis encuentros por año, de abril a octubre, cuidadosamente organizados para que todo fluya y la gente se sienta cómoda”, explicó.
Además, el Café Literario sostiene una fuerte vinculación con Tafí Viejo. “Estudié parte de mi carrera en Tafí Viejo, y siempre hay participación taficeña en el ciclo”, destacó Siles, quien mencionó a Marta Luján y María Laura de Arriba como amigas y referentes locales.
El Café Literario y Cultural del Virla sigue, contra viento y marea, demostrando que cuando la palabra se comparte, florece comunidad.
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