Cristofer Brito: la historia del joven que soñó con el SMN y lo logró

Observador meteorológico del Servicio Meteorológico Nacional, Brito compartió en Mediodías Taficeños cómo convirtió su vocación en una realidad profesional.

Cristofer Brito: la historia del joven que soñó con el SMN y lo logró


De Aguilares al aeropuerto: un camino con esfuerzo y pasión

Cristofer Brito, observador meteorológico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), fue entrevistado por David Correa y Sebastián Gil Olivares en el programa Mediodías Taficeños (Dale FM 104.7). En una conversación llena de inspiración, relató cómo desde muy joven supo que su pasión estaba en el estudio del clima y cómo, a pesar de los obstáculos, logró cumplir su objetivo profesional.


“Siempre quise ser parte del Servicio Meteorológico”

Oriundo de Aguilares, Brito tiene actualmente 33 años y lleva más de cinco trabajando en el SMN. “Desde chico quise dedicarme a esto”, contó. Aunque en un principio no pudo mudarse a Buenos Aires para estudiar meteorología por razones económicas, encontró en la carrera de Geografía en Monteros un camino cercano a su vocación.

Esa formación fue clave para luego acceder al curso de observador meteorológico, título que finalmente lo llevó a su actual función en el Aeropuerto Internacional de Tucumán, donde es una pieza clave en la elaboración del pronóstico del tiempo para la provincia y otras zonas del país.


Un mensaje para quienes sueñan en grande

Durante la entrevista, Brito no solo habló de su trayectoria profesional, sino también del mensaje que desea dejar:

“Hay que ser perseverante. Aunque la vida te dé trabas, aunque te caigas, lo importante es levantarse y seguir”.

Con humildad y entusiasmo, expresó que trabajar en lo que ama es una bendición. “Para mí, ir al aeropuerto no es un trabajo, es un placer”, dijo.


Vocación y servicio a la comunidad

Los entrevistadores también destacaron su rol como comunicador del clima. Brito lo valoró: “Disfruto poder compartir información con la gente. Estamos para comunicarnos y ayudar”.

Su historia, contada en Mediodías Taficeños, deja una enseñanza clara: cuando hay pasión y constancia, los sueños pueden volverse realidad, incluso en medio de dificultades.

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