Silvina Saleme Posleman atraviesa el dolor de perder a su madre, Elita. Un dolor que, como hijo, reconozco profundamente porque hace casi dos años, yo también tuve que despedir a la mía.
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El reciente #EnergíaParaElDía" de Elita, la madre de Silvina Saleme Posleman, ha tocado el corazón de toda la comunidad tucumana, pero para mí, esta noticia tiene un peso aún mayor. Como periodista, sigo la vida de Silvina con admiración, pero como alguien que también ha perdido a su madre, el dolor que está atravesando resuena profundamente en mí. Las palabras que Silvina compartió, "Mi mamá era mi todo, no tengo consuelo", reflejan el sentimiento más humano que todos compartimos cuando nos enfrentamos a una pérdida tan significativa. Son las mismas palabras que sentí al despedir a la mía hace casi dos años.
El dolor de perder a una madre es universal, aunque cada uno lo viva a su manera. En el caso de Silvina, ese vínculo tan cercano y lleno de amor con Elita, una madre que siempre estuvo presente, ha dejado un vacío imposible de llenar. Es esa conexión única e irremplazable la que hace que este momento sea tan difícil de soportar. A lo largo de su carrera, Silvina ha mostrado una fortaleza admirable, pero hay situaciones que nos superan, y perder a una madre es una de ellas.
Hoy, al leer sobre la partida de Elita, me siento más cerca de Silvina, compartiendo el mismo dolor, el mismo vacío. Y aunque la tristeza nunca se va por completo, siempre hay consuelo en saber que el amor que nos dieron nuestras madres sigue vivo en nosotros. A Silvina, le envío un abrazo lleno de comprensión y fuerzas para caminar este difícil camino. En este tipo de despedidas, lo único que realmente nos conecta es la empatía, porque el dolor de perder a una madre es un dolor común que nos enseña a valorar aún más el amor que nos brindaron.
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