Estudiantes y docentes del Instituto Nuestra Señora de la Consolación homenajearán a la fundadora de la Congregación con actividades solidarias y festivas.
Una fiesta de fe, alegría y compromiso comunitario
En la previa a la fiesta de Santa María Rosa Molas, fundadora de la Congregación de Hermanas de la Consolación, el Instituto Nuestra Señora de la Consolación de Tafí Viejo se prepara para una jornada cargada de sentido y participación. En una entrevista realizada por David Correa y Sebastián Gil Olivares en el programa Mediodías Taficeños (Dale FM 104.7), miembros de la comunidad educativa compartieron cómo viven esta fecha tan especial.
Participaron del diálogo la hermana Romina Graneros, acompañante del equipo directivo, el profesor Ignacio Pintos, coordinador de Pastoral, y los jóvenes Guadalupe y Ehitan, presidenta y vicepresidente del Centro de Estudiantes respectivamente. Juntos dieron testimonio de una comunidad educativa viva, comprometida y profundamente atravesada por el legado de María Rosa Molas.
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Celebrarán la memoria de Santa María Rosa Molas en Tafí Viejo |
Mil corazones consoladores
Ignacio estimó que la comunidad está conformada por unas 1.150 personas, incluyendo estudiantes, personal docente, administrativo y auxiliar de los tres niveles educativos. Pero el carisma de la Consolación va mucho más allá de las aulas: “La comunidad religiosa incluye también a catequistas familiares, exalumnos y al movimiento juvenil COM (Consolación para el Mundo)”, detalló.
El profesor destacó la reciente vigilia de Pentecostés, organizada por el COM, que reunió a más de 100 jóvenes: “Un signo fuerte de que el carisma sigue vigente y moviliza”. Además, subrayó la importancia de integrar la pastoral a la vida cotidiana del colegio a través de tres grandes ejes transversales: solidaridad, cuidado de la casa común y educación afectiva-sexual.
Una celebración hecha de talentos y solidaridad
Guadalupe, como presidenta del centro de estudiantes, contó que ya comenzaron los festejos con una jornada especial: “Hubo desayuno compartido, juegos, y una muestra de talentos donde los chicos cantaron, bailaron y tocaron instrumentos”. Entre los juegos destacados, mencionaron el divertido “cruzando el río”, que será difícil de explicar… pero fácil de disfrutar.
Ehitan, por su parte, remarcó que la competencia amistosa entre cursos —que suma puntos para la esperada Semana del Estudiante— incentiva el entusiasmo y la participación. Pero también lo hace la solidaridad: “Durante la novena recolectamos alimentos para el Hogar de Ancianos San José, en San Miguel de Tucumán, como parte de nuestro proyecto pastoral”, señaló Pintos. Cada curso asumió el compromiso de colaborar con productos no perecederos, una acción que forma parte de la llamada Consolación en salida.
La herencia de una santa hecha presente
La hermana Romina reflexionó sobre el sentido profundo de esta fecha: “Se trata de mirar cómo actuaría hoy María Rosa Molas, a quién consolaría, a quién llevaría una caricia de Dios”. En tiempos donde la religiosidad se transforma, la Consolación apuesta por una pastoral activa, sensible y comprometida con el otro.
Actualmente, son solo tres hermanas quienes acompañan a la comunidad desde la vida consagrada, en colaboración con laicos comprometidos que sostienen el carisma de la fundadora en las aulas, en los patios y en cada gesto cotidiano. La fiesta de Santa María Rosa Molas es, en ese sentido, una celebración de continuidad, memoria viva y fe encarnada en una comunidad que hace de la educación un verdadero acto de amor.
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