Margarita Mamaní: "Sin territorio no hay vida en nuestra comunidad indígena"

La cacique de la Comunidad Indígena Diaguita de El Mollar, Margarita Mamaní, abordó la crítica situación que enfrenta su comunidad en torno a la posesión de tierras.


La entrevista realizada por Carlos Noriega y Sebastián Gil Olivares en el programa La mañana de Dale (Dale FM 104.7) a la Cacique Margarita Mamaní, reveló un conflicto que trasciende lo legal y se adentra en lo cultural y espiritual.

Mamaní denunció que la comunidad ha sido "invadida, ultrajada y avasallada" en sus derechos, al referirse a las acciones del gobierno provincial que, desde hace semanas, han resultado en el uso de topadoras en terrenos que tradicionalmente ocupan. Estas tierras, según la cacique, son fundamentales para la vida de su comunidad y están respaldadas por diversas normativas internacionales y nacionales que protegen los derechos indígenas.

La situación ha generado una fuerte indignación entre los miembros de la comunidad, quienes se sienten despojados de su hogar. "Nuestra madre tierra, Pachamama, es vital para nosotros. Sin territorio no hay vida", afirmó Mamaní, mientras enfatizaba que las acciones del gobierno van en contra de la Constitución Nacional y del Convenio 169 de la OIT, que asegura el derecho a la consulta previa e informada de las comunidades indígenas.

Mamaní explicó que su comunidad siempre ha actuado con respeto hacia las normativas, indicando que han mantenido sus actividades dentro de los límites de las áreas protegidas. Sin embargo, se sienten traicionados por las autoridades que, a su juicio, han sido "maliciosas" al despojar a las familias de sus tierras sin consulta ni aviso previo. "Nos dicen que somos los culpables de la venta de nuestras propias tierras, pero eso no es cierto", enfatizó, aclarando que su comunidad entrega tierras para el desarrollo de viviendas y no para su venta.

La cacique también criticó la respuesta del gobierno provincial, que justifica sus acciones al calificar las tierras como fiscales. "La Ley 23.302 y el nuevo Código Civil y Comercial reconocen nuestras tierras como de propiedad comunitaria indígena. No necesitamos un papel que lo valide; nuestra historia y nuestros ancestros son la mejor prueba de nuestra posesión", sostuvo.

Mamaní, además, expresó su frustración con el delegado comunal, quien, según ella, no ha respondido a los llamados para un diálogo constructivo. "Él no quiere trabajar, no asiste a las reuniones que convocamos", dijo. También hizo referencia a un conflicto interno en la comunidad, donde una persona se proclama cacique y actúa en contra de los intereses de la comunidad, vendiendo tierras a personas ajenas.

El mensaje de Mamaní es claro: su comunidad no se rendirá. "No nos van a callar. Vamos a seguir defendiendo a nuestra familia, a nuestra Pachamama y a nuestras futuras generaciones", concluyó, mientras reafirmaba su compromiso con la lucha por los derechos indígenas y la protección de su territorio. Con el apoyo de sus comuneros, Margarita Mamaní se muestra decidida a continuar la resistencia en defensa de su cultura y su hogar.

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