El director de la Reserva Experimental de Horco Molle habló en Mediodías Taficeños (Dale FM 104.7) sobre el asesinato de siete corzuelas en la Sierra de San Javier.
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Juan Pablo Juliá, Director de la Reserva Horco Molle |
El asesinato de siete corzuelas hembras en Tucumán, generó una fuerte reacción social y abrió el debate sobre la caza furtiva y la debilidad del marco legal vigente. Las imágenes de un hombre posando con los cadáveres de los animales se viralizaron en redes sociales y motivaron la intervención judicial.
Para comprender el impacto ambiental de este acto, el periodista David Correa entrevistó en el programa Mediodías Taficeños (Dale FM 104.7) al biólogo Juan Pablo Juliá, director de la Reserva Experimental de Horco Molle. Juliá calificó el hecho como “absolutamente ilegal y repudiable” y explicó que la corzuela parda, si bien no está actualmente en peligro de extinción, cumple una función fundamental en el ecosistema de las yungas.
“La corzuela es uno de los tres grandes herbívoros de la Sierra de San Javier. Junto con el tapir y el pecarí de collar, son conocidos como los jardineros del bosque. Son dispersores de semillas, dan forma y diversidad al bosque nativo”, explicó Juliá. Recordó también que durante su tesis doctoral, realizada hace más de dos décadas, detectó que el 75% de los ejemplares cazados eran hembras, por su comportamiento más confiado.
El biólogo señaló además que, al haberse producido los disparos en una zona protegida como el Parque Sierra de San Javier, se agrava la responsabilidad legal del hecho. “Es doblemente grave. Además, el uso de armas en un área tan frecuentada por vecinos representa un riesgo para las personas”, remarcó.
Consultado por David Correa sobre las consecuencias judiciales para el acusado, Juliá lamentó que “en Tucumán la legislación es muy blanda. Pagás una multa y te vas a tu casa. La ley de maltrato animal permite sanciones más severas, pero depende de la interpretación del juez. Las multas, además, no son altas”.
El director de la reserva instó a los legisladores provinciales a tomar el tema con seriedad y avanzar en una reforma legal que proteja verdaderamente a la fauna silvestre. También destacó la necesidad de conciencia social: “Estos crímenes atentan contra nuestro patrimonio natural. Hay que preservar los entornos naturales, no sólo por los animales, sino por todos nosotros”.
A pesar del hecho lamentable, Juliá rescató una señal alentadora: “Estamos viendo más tucanes en la zona, eso nos demuestra que cuando se protege, la naturaleza responde. Ojalá podamos seguir recuperando especies y lograr que la presencia de animales silvestres sea una experiencia cotidiana y respetuosa para todos los tucumanos”.
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