Pimpi Colombo y el trabajo invisible: “Las amas de casa no somos deudoras del sistema, somos acreedoras”

La dirigente sindical Pimpi Colombo, secretaria general del Sindicato de Amas de Casa, cuestionó la desigualdad en el acceso a derechos previsionales y criticó la eliminación de la moratoria jubilatoria en una entrevista para Mediodías Taficeños.

Pimpi Colombo y el trabajo invisible: “Las amas de casa no somos deudoras del sistema, somos acreedoras”


“Las mujeres tenemos menos ingresos porque trabajamos menos horas remuneradas, pero más en las que no se pagan”

En diálogo con el periodista David Correa para el programa Mediodías Taficeños (Dale FM 104.7), Pimpi Colombo, tucumana radicada en Buenos Aires y actual secretaria general del Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (SACRA), abordó con precisión quirúrgica una de las desigualdades más naturalizadas del sistema económico: la invisibilización del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.

“La igualdad salarial entre varones y mujeres está reconocida por ley desde que pasaron Perón y Eva por este país. Lo que no está reconocido todavía es que hay millones de mujeres que trabajan y no ven una moneda por su labor, simplemente porque ese trabajo no se remunera. Ese es el núcleo del problema”, sentenció Colombo, desmontando el discurso habitual que reduce el problema a una brecha salarial técnica.


Trabajo invisible, ingresos ausentes

Colombo explicó que la principal diferencia de ingresos entre varones y mujeres radica en la distribución desigual del tiempo de trabajo: “Los varones trabajan más horas en empleos pagos, pero las mujeres hacemos más del 76% del trabajo no remunerado en los hogares. Y no sólo eso: hacemos las tareas más rígidas en cuanto a horarios, como alimentar a los hijos o cuidar enfermos. No podés decir ‘le doy de comer el sábado’, como si pudieras lavar la ropa otro día”.

Ese desequilibrio histórico impacta de lleno en el acceso a derechos previsionales. “Muchas mujeres que se dedicaron toda su vida a trabajar en sus casas, criando hijos, sosteniendo hogares, simplemente no tienen aportes porque el Estado nunca reconoció ese trabajo como tal”, indicó la dirigente.


El rol de las moratorias previsionales

En ese sentido, destacó la importancia histórica de la moratoria implementada por el gobierno de Néstor Kirchner: “Gracias a esa medida, dos millones de mujeres pudieron jubilarse. Comparado con los 500.000 varones que accedieron, ese dato solo demuestra la desigualdad estructural en el acceso a la previsión social”.

Consultada por la decisión del actual gobierno de Javier Milei de no renovar la última moratoria jubilatoria, Colombo fue categórica: “Es una decisión que golpea directamente a las mujeres. Nosotras no somos deudoras del sistema previsional. Somos acreedoras. El Estado debería aportar en nombre de las amas de casa, porque se trata de un trabajo que sostiene el funcionamiento de la sociedad”.


Valorización pendiente

Para Colombo, el verdadero debate no está en la igualdad de sueldos, sino en la valorización de las tareas no remuneradas: “Constituir una familia, tener la ropa limpia, asegurar la comida, administrar un hogar... todo eso es trabajo. Evita lo decía hace 70 años. Y aún hoy seguimos esperando que se reconozca plenamente esa labor”.

Con una tonada tucumana que no abandona —y que se agradece—, Pimpi Colombo cerró su intervención reafirmando el compromiso del sindicato con la visibilización del trabajo doméstico y de cuidados: “Mientras no lo reconozcamos como trabajo, seguiremos reproduciendo la desigualdad. No se trata solo de justicia social, se trata de construir una sociedad más honesta consigo misma”.


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